- Gracias a la gestión de la Corporación Cultural NuevoMundo contaremos con la presencia de estos 22 músicos de origen indígena del amazona boliviano que nos presentarán el rescate del patrimonio musical y cultural de los Jesuitas
Nombrado por la UNESCO como patrimonio intangible de la Humanidad, el ensamble MOXOS, es uno de los más importantes exponentes artísticos bolivianos. Este grupo compuesto por 22 indígenas presentan un espectáculo único que rescata la música, la danza y la cultura que les fue legada por las misiones jesuitas que llegaron a américa en el 1600.
Propios del pueblo selvático de San Antonio de Moxos, un reducto amazónico alejado de la urbe y los grandes centros culturales, estos músicos provienen de la Escuela de Música de San Ignacio, donde los maestros ensamblan el legado indígena con la huella de las misiones jesuitas que fundaron el pueblo durante el período de evangelización. Alí aprenden a tocar desde muy pequeños instrumentos como el violín, los violoncellos y traversos, así mismo, aquellos instrumentos autóctonos cuyos sonidos se encargan de rescatar.
Los músicos más destacados son los que conforman el ensamble MOXOS, que llegan a la región gracias al esfuerzo conjunto entre la Corporación Cultural y los amigos de la Orquesta Barroca Nuevo Mundo y los municipios de Rengo y Chépica, en el marco de la fecha que recuerda el encuentro de dos mundos, donde presentarán un colorido y emotivo espectáculo en el que se rescata su propuesta musical, pluricultural y multiétnica a través de la interpretación de piezas barrocas, mestizas y nativas.
Reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, los MOXOS se han presentado en más de 20 países y esta gira los trae a la región donde se presentarán el sábado 12 de octubre a las 20:00 horas en Rengo y el domingo 13 a las 19:30 horas en el Teatro Municipal de Chépica.
Con esta venida la Corporación Cultural NuevoMUndo y los municipios apoyan el ambicioso proyecto social y cultural del Ensamble Moxos, que enseña música de forma gratuita a más de 200 niños y adolescentes, en su mayoría indígenas de escasos recursos económicos en plena Amazonía Boliviana.